Caracas, mi ciudad natal

La capital de Venezuela, el hogar del cerro El Avila, la ciudad del caos.

Un hermoso lugar manchado por años de corrupción y violencia que vi lentamente decaer en lo que es hoy en día. Es el sitio que me forjo y me dio carácter y perspectiva para poder ver al mundo bajo un lente realista que me de las herramientas para poder entenderlo, analizarlo y luego procesarlo para crear de la información cruda un arte completo que me lleve un paso mas allá de la creatividad humana y la comprensión de nuestro ser en este planeta.

Bellas melodías llenas de sufrimiento, esbeltos pinceles que dibujan un paisaje triste, la combinación de cartas que obtuve al haber nacido en este país justo a los inicios de su descenso en el abismo sin fondo fue una que me dio la correcta cantidad de males para hacerme disciplinado y consciente, y la correcta cantidad de bienes para no undermine en resentimiento y saber apreciar la belleza de este planeta. Balance, armonía, la estable mezcla que me hizo quien soy hoy en día, alguien disciplinado, estricto, estudioso, trabajador, atento, asertivo, determinado pero creativo, abierto, amoroso, gentil, educado, pensador, feliz.

Del caos nace orden y del sufrimiento nace esperanza, eso fue lo que me enseño Caracas.